Llorando su ausencia inundaste mi cabeza. Cada memoria tuya regreso como una ola azotando la existencia, como un reclamo de realidad y un cubetazo de agua fría buscando hacerme consciente.
Porque no fue que no quisieras estar, fue lo que no te pude dar... y tuvo que suceder él para aprender y aceptar que no pude ser la que necesitabas.
Que el amor no es suficiente y que estar es parte del deseo y el compromiso conmigo más que contigo.