Cansada

No pasa nada grave, diferente o preocupante.
Simplemente me siento cansada, me cansa sentirme así, tan plena y tan vacía al mismo tiempo. Solo estoy cansada de no saberme bien.
Quiero dejar de intentarlo, y simplemente disfrutar los días, sin pensarlo demasiado, olvidarme de todo.
Al final, es eso, solo estoy cansada de sentirme así.

¿Y si aprendo a vivir?

¿Y si me dejo de pendejadas y estúpidas ideas ilusorias de la que no eres, fuiste ni serás?
¿Y si me reconozco como soy y me acepto?
¿Y si dejo de preocuparme por los que me rodean y me preocupo un poquito por mi?
¿Y si trato de vivir el día a día como siempre quise y nunca me atreví ni permití?

Presentando demonios

Le presenté mis demonios, solté un poquito del veneno que palpita mi corazón, y así, sin miedo y sabiéndose en riesgo me abrazó. Decidió quedarse a mi lado, abrazarme y entregarse al abismo de lo desconocido.

Somos hoy dos seres viviendo cosas nuevas, aprendiendo de los demonios que invaden nuestra oscuridad.

Estamos compartiendo para disfrutarnos o tal vez para destruirnos en el intento, pero seguros que el intento habrá válido la mutua aceptación.

La primera vez, es decepción, la segunda, desconfianza, pero la tercera, la tercera es la horrible decepción que me da la incertidumbre de haberte perdido la confianza.

Tenía miedo de revivir los recuerdos, y disfrutar de mi aroma impregnado en la sábanas.

Entonces huyó, inventando pretextos con tal de no enfrentarse al pasado que nunca terminó.

Que alguien se preocupe por ti no lo convierte en una "buena persona", de la misma manera que cuando alguien se equivoca no se convierte en una "persona estúpida".