La noche de ayer cuando nos despedimos fue difícil, lloré mucho pero al final me calmé.
Aprendí que tengo tiempo para mi y leí, luego me quedé revisando facebook y pude ver los vídeos.
Trabajé como cualquier otro día y de hecho de manera muy productiva.
La noche de hoy he vuelto a llorar, me enojo conmigo por extrañarte a pesar de que tengo claro que no vas a cambiar.
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